
Ya me tocaba hablar, bajo mi punto de vista, del rey Midas del cine. Clint Eastwood. Y hablaré de una de sus mejores peliculas. Después de su talentosa época allá por los sesenta con sus Spagetti Westerns, después de hacer de Harry el sucio allá por los setenta, y de ser el sargento de hierro en los ochenta, Eastwood llegó a los noventa donde el cine westerns estaba casi olvidado, soterrado.
Pero con su talento indiscutible y su buen criterio detrás de las cámaras, decidió aventurase en hacer un western que fue estrenado en 1992. SIN PERDÓN.
Copio y pego :
"relata la historia de William Munny, un pistolero retirado, viudo y padre de familia, que pasa por dificultades. Hace años que abandonó la violencia, pero ahora su única salida para sacar adelante a su familia es hacer un último trabajo como caza recompensas, acompañado por un viejo socio y un joven e inexperto novato. Su misión: matar a dos hombres que cortaron la cara a una prostituta"
Este es su argumento, la pelicula ganó 4 oscars ese año. Pelicula, director (el tito Clint), actor secundario (Gene Hackman) y montaje.
Hay poco que decir, pero esta cinta es una "obra maestra" de obligada visión. Clint no ha nacido solo para actuar, si no también para dirigir y si es un western...no te digo ná.
La pelicula nos cuenta una historia cruda, a mi se me quedó en la cabeza. Me hizo reflexionar sobre lo que somos capaces de hacer cuando sacamos al monstruo que creemos tener encerrados dentro, ya sea por rabia o venganza. También y sobre todo, bajo mi punto de vista, su mensaje básicamente es: que ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos.
El reparto es increible, encabezado con Eastwood, junto a Gene Hackman, hace un papelón, junto a Morgan freeman, siempre correcto y junto a un Richard Harris que también está increible.
Merece la pena verla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario